lunes, 15 de diciembre de 2008

Discutamos, pero de verdad.


Hace un tiempo que ando muy, muy atareada y puedo acercarme realmente poco a la pc. Paso, leo, opino en mis blogs preferidos, pero mucho menos de lo que realmente me gustaría. Pasa que al terminar el año el tiempo es como acelerado de algún modo... y en fin, por más atareada que esté no dejo de pensar y opinar, aunque sea para mí misma.


Ya me extendí en dos post anteriores (prueba ácida I y II) sobre las cuestiones de los debates. Mil tipos, antes que yo desarrollaron ideas interesantísimas sobre este asunto, pero, como en casi todo, uno tiene un preferido, y como el estilo de este blog no es precisamente el "academicismo" tengo una propuesta interesante para leer, comprender y reírse un poco de uno mismo.
Acá les dejo a mi favorito:


"ARTE DE LA DISCUSIÓN EN EL BARRIO DE FLORES

Los espíritus obtusos del barrio de Flores comprendieron bastante bien estas ideas. Llegaron a descubrir que la razón permite sostener opiniones opuestas con idéntica destreza. Y con juvenil asombro pasaban las horas jugando a discutir.

Pero lo que empezó como un juego se convirtió con el tiempo en una verdadera obsesión. Sucedió que algunos hombres adquirieron una habilidad superior para argumentar. Las técnicas se fueron perfeccionando y finalmente un pequeño grupo de personas alcanzó una solvencia polémica que estaba muy por encima de los modestos retruques de la gente sencilla.

De allí nace el Círculo de Discutidores Profesionales, una entidad que marcó rumbos en la zona y que funcionaba en un salón de la calle Bogotá.
El propósito fundamental del Círculo fue poner un poco de orden y concierto en las discusiones montaraces. Se editaron folletos con consejos y recomendaciones, se impartieron clases y se realizaron excursiones a barrios hostiles, como Colegiales para discutir como visitantes y vivir nuevas experiencias.

Sin embargo, la institución logró fama y renombre gracias a las espectaculares Mesas Redondas de los Sábados que se realizaban en su sede y que atraían no sólo a grandes polemistas, sino también a sus hinchadas.

El procedimiento corriente era elegir un tema de discusión y luego sortear las posiciones a sostener por cada uno de los participantes.
A veces, en medio del debate, se obligaba a los discutidores a cambiar de bando. Esto producía un efecto muy atrayente. Y así, el que había defendido les derechos de la mujer en el mundo moderno, pasaba a refutarse a sí mismo y clamaba per el confinamiento femenino en la cocina y sus aledaños. Se podía tener razón las dos veces, o ninguna.

Al principio, los temas de las Mesas Redondas eran más o menos previsibles: ¿Es el suicida un cobarde? ¿Pueden ser amigos el hombre y la mujer? ¿Importa más la forma o el contenido? ¿Librecambismo o proteccionismo?
Más adelante el público se aburrió de estas cuestiones vulgares y exigió el examen de asuntos más arduos: ¿,Medialunas de grasa o de manteca? ¿Es mejor el colectivo o el tren? ¿Frío o calor? ¿Rubias o morochas?

En los años dorados del barrio del Ángel Gris, el salón de la calle Bogotá conoció verdaderos colosos.
Aquel olímpico doctor Arnaldo Garcete, que citaba autores y tratadistas en catorce idiomas, la mayoría de ellos absolutamente desconocidos para él. Garcete llegó a formular sus argumentaciones en versos rimados, hábito que fue abandonando pues advirtió que su apellido era una enorme ventaja para sus adversarios.
El abogado Hugo Varsky basaba su técnica en la gesticulación. Mientras exponían los otros, movía el dedo y la cabeza en señal negativa y con eso desalentaba a cualquiera. Llegado su turno, marcaba el compás de sus disertaciones con golpes de puño sobre la mesa, de modo que sus palabras parecían escritas en rojo. E1 ritmo de sus puñetazos iba en ascenso hasta culminar en una especie de candombe que impedía oír lo que estaba diciendo, pero que dejaba una sensación de triunfo inapelable.
Famoso fue también el boticario Antonio Carrozzi, que apoyaba sus razones en el testimonio ajeno. Casi siempre se remitía a testigos ausentes o simplemente muertos: "Ahí está el finado Menéndez que no me deja mentir”. Y nadie se atrevía a contradecirlo.
Más temible aún era Andrés Guzmán, hombre de pocos argumentos pero de fuerte pegada. Generalmente cerraba las discusiones con frases tales como: "Yo le voy a dar dimensión ontológica, pelandrún". Y se acababan las discrepancias.
Hubo muchos otros... Rodolfo C. Pagani, el mago de los silencios; el gritón Frustaci, que aturdía con sus reflexiones; el viejo Vitale, que iba a menos por cortesía o el timorato Ernesto Cipolla, que daba la razón a todos y repetía lo que había dicho el último en hablar.

Como ocurre casi siempre, la preocupación por la victoria a cualquier precio deslucía las competencias. Los más tramposos pusieron su ingenio al servicio de las zancadillas y las maniobras malintencionadas.
El propio Manuel Mandeb, que solía asistir al Circulo como espectador, propuso un reglamento en el que se prohibían ciertos recursos infames. El polígrafo de Flores los clasificó y les dio nombre. Veamos algunos:

  • RECURSO DE LA DEFINICIÓN SOLICITADA

Consiste en pedir al expositor que defina cada una de las palabras que dice. Por ejemplo alguien declara: A los niños hay que tratarlos con bondad.
El tramposo dirá entonces: Depende de lo que entienda usted por bondad.
Se puede continuar indefinidamente, solicitando ante cada respuesta nuevas definiciones.

  • RECURSO DEL EJEMPLO CERCANO

Se trata de pretender que un caso particular constituye una regla general.
Todos los niños son unos papanatas. Ahí lo tiene usted a mi sobrino.
Lo peor de esta jugada es que permite al adversario defenderse con un ejemplo contrario: Sin embargo, el hermano de mi novia es una lumbrera.
Generalmente el debate queda reducido a un mutuo tiroteo de ejemplos y hay pocas cosas tan aburridas.

  • RECURSO DEL CAMBIO DE TEMA

Hay mil maneras de conseguirlo. Desde elogiar la corbata del contrincante hasta cuestionar la pronunciación de una palabra cualquiera. Así, la discusión versará sobre corbatas, pronunciaciones o lo que el tramposo quiera.

  • RECURSO DE LA DESAUTORIZACIÓN MORAL

Consiste en hacer creer que los defectos personales de alguien se transmiten a sus argumentos. Por ejemplo: ¿Qué me viene con gnoseología, usted que es un borracho perdido?
Los razonamientos pueden ser expuestos por un canalla o un santo, sin ser por ello ni más ni menos veraces. Sin embargo ésta es una de las trampas más difundidas en este juego.

  • RECURSO EXTREMO BUSCANDO UN ACUERDO

Lo usan los tramposos cuando se ven perdidos. Se trata de mimetizar la opinión propia con la del adversario: Al final estamos diciendo lo mismo, pero con distintas palabras.
Al oír esta última frase, puede pensarse que a veces ocurre algo mucho más peligroso: decir cosas diferentes con las mismas palabras.
El recurso extremo puede usarse también en su variante "Finíshela":
"Mire, ni yo lo voy a convencer a usted ni usted me va a convencer a mí."

  • RECURSO DE LA METÁFORA COMO ARGUMENTO

Consiste en atribuir rigor científico a las comparaciones poéticas. Alguien dice: El país es como una casa y hay que construirlo desde los cimientos.
Si uno toma demasiado en serio esta afirmación, podrá seguir hablando de techos, paredes, puertas y ventanas, para terminar diciendo que nuestra salvación está en manos de los albañiles.


Mandeb denuncia en su trabajo más de setenta maniobras y trampas. Los directivos del Círculo nunca le hicieron mucho caso y hasta el día de hoy los recursos antedichos se siguen usando con total impunidad.

Las Mesas Redondas de los Sábados siempre tuvieron una gravísima dificultad. Resultaba muy difícil establecer quién era el ganador. Se utilizaron muchos sistemas diferentes: jueces, jurados, puntajes, aplausos. Ninguno funcionó, pues invariablemente los resultados eran discutidos por los perdedores.
Los más sabios sugirieron entonces que no era necesario buscar un ganador. Para ellos el fin de la discusión era llegar a una conclusión positiva, a acuñar un juicio definitivo sobre el tema central de la polémica. Este disparate tuvo bastante aceptación, aunque las dificultades para redactar la conclusión eran las mismas que para consagrar a un ganador.

Alguien que confundía la voluntad con la realidad propuso someter las cuestiones a Votación. El aplauso de los demócratas saludó la propuesta y así una noche de verano se resolvió por 11 votos contra 4 que la capital de Suiza es Oslo. El aserto fue admitido también por los que perdieron, quienes juraron sostener hasta la muerte aquella conclusión por más que se quejarán suizos y noruegos.
Estas coincidencias no le gustaban al público, que las sentía como aflojadas. Las muchedumbres exigían un poco de encono y al no encontrarlo se fueron alejando de la calle Bogotá.
Para peor entró en escena la Comisión de Comedidos y Componedores, unos individuos que recorrían la barriada para meterse a separar en las broncas. Hartos de que los molieran a palos, trataron de evitar, ya que no las peleas callejeras, al menos las discusiones del Círculo. Para lograrlo apelaron al viejo cuento de la tesis, la antítesis y la síntesis.
La acción de estos pisaverdes precipitó la decadencia de las Mesas Redondas. El Círculo de Discutidores alcanzó a sobrevivir algún tiempo gracias a la venta de opiniones y argumentos. Como podrá suponerse, el surtido era enorme y la demanda también. Los mejores clientes fueron los actores, cantantes, bailarinas, recitadores y peluqueros de ésos que van a la televisión a hablar de aquello que ignoran.
Agotado su stock, el Círculo se cerró para siempre.

Contra lo que puede suponerse, los Hombres Sensibles de Flores tuvieron cierta simpatía por los Discutidores. Las polémicas enseñaban que existen razones perfectas para afirmar cualquier cosa, cierta o falsa. Y los muchachos del Ángel Gris pensaron que ésta era una gran lección. No para ellos, desde luego, sino para las gentes incautas. Los Hombres Sensibles supieron siempre que las verdades hay que buscarlas con el corazón. Por estas verdades del sentimiento vale la pena morir. Las otras son apenas fichas de un juego interesante.

Por ahí andan los hombres sin corazón diciendo que ninguna causa merece que uno muera por ella. Tienen razón en su mundo pequeño de teoremas. ¿Quién se hará degollar para defender el principio de Arquímedes?
Dejemos a los nuevos Discutidores que se diviertan con sus argumentos. No está mal para una tarde de lluvia. Pero recordemos siempre que fuera del salón está la vida con sus pasiones, sus héroes, sus canallas, sus mártires, sus puñales y sus muertes. Y el Destino no entiende razones. Buenas noches."



Jejeje, es imposible que no piense en algunos bloggeros gentiles con quienes he discutido acaloradamente, mientras leo este fragmentito de "Crónicas del Ángel gris" de Alejandro Dolina... No voy a hacerme "la buena" ahora, pues he sido también usuaria de algunos de los recursos (zancadillas) anteriormente mencionados :p
Un par que de los no detallados mas arriba son:

  • RECURSO DEL HUMOR

Éste consiste en hacer algún comentario desubicado mezclado en los argumentos y justificarlo diciendo "pero, caramba. ¿Ud. no tiene sentido del humor?"... inciso que sólo es válido sólo para quien hizo "el chiste". Si acaso fuere al revés sería una falta total de respeto.


  • RECURSO DE LA SORDERA MOMENTÁNEA O "NO TE ESCUCHÉ"

(Sólo estas dos se me ocurren ahora, y apelo a la imaginación de quienes pasen por aquí para acrecentar esta particular lista) Es la de ignorar lisa y llanamente un comentario. Esta variable tiene cuatro conjeturas:
  1. Está de acuerdo. Nada que agregar.
  2. Está en desacuerdo pero no tiene argumentos.
  3. Está en desacuerdo pero no tiene ganas.
  4. Ignorar peyorativa y voluntariamente al opositor.
  5. No tiene tiempo para enredarse en la discusión. (Ahí uno se pregunta: ¿Y para qué tiró la piedra si va a salir rajando!?)


Desde aquí adherimos a la buena fe de los Sensibles, y pensamos que cada silencio es una afirmación, vaya a saber uno a qué cosa, pero siempre es bueno...


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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy interesante el post, no porque sea humorìstico, sino por las estrategias expuestas. Ahora bien, soy de los que consideran que las discusiones son un mal necesario. De hecho, se ha acusado a los sistemas parlamentaristas de ser lentos en la ejecusiòn de sus acciones, y sin duda es asì, pero prefiero un congreso discutièndo y halàndose las greñas antes que un "presidente" que ordena y todos los demàs obedecen como borregos. Y en eso El Cono Sur tiene una lùgubre experiencia, pero en el Caribe (Colombia y Venezuela) estamos en peligro de caer en casos como esos, la eventual reelecciòn indefinida de Uribe y de Chàvez son un mal precedente que confirma lo que digo.

Insisto en que las discusiones son necesarias, el asunto es que deben estar enmarcadas en el respeto y el razonamiento sincero, sin concepciones previas. Por eso es que somos bloggeros Laura, y ese es nuestro mejor activo.

Joe dijo...

Muy buen post Laura! Y muy bueno el cierre que le diste. Es realmente la frutilla del postre para las "pruebas acidas" que veniamos discutiendo.

Anónimo dijo...

Hola!
Por casualidad (que no creo que existan) el buscador me llevo a tu blog y alli me quede un buen rato...
me gusto mucho y veo que es muy pero muy visitado
Yo tengo uno, pero no tan grande como el tuyo; sin embargo quisiera invitarte a conocer el libro CARTAS DESDE LA ZONA DE DISTENSION y si es tu deseo lo puedes descargar.

Saludos al verano arg desde el invierno frances

Andres candela
www.lacoctelera.com/andres-candela

LauraGalletita dijo...

Hola, Alí, cómo va!

Yo también considero que las discusiones son fundamentales. Pero el espíritu del post es señalar precisamente éso que las ensucia, que las diverge y las termina arruinando: Las zancadillas, la mala fé, la falta de honestidad intelectual.

Es un punto interesante para mí, porque me pasó, como a casi todos, empezar una discusión y al mismo tiempo ir recibiendo esos golpes, esos palos en la rueda, tramposos y desagradables que no hacen al punto de discusión.
Ésto pasa por una suma de todas esas cosas que vine mencionando en los post "Prueba ácida I Y II" y en este último.

Me pesa un poco ser reiterativa, pero no tanto como para aguantar intervenciones sordas (por supuesto no hablo de las tuyas, que siempre son muy pensadas)... y si me apurás te digo dónde no se puede discutir honestamente jejeje, pero muchos se imaginarán...

Veo que estás enojadísimo con Chávez, pues cada oportunidad que tenés lo expresás. Está muy bien, pero creo que para hablar de Latinoamérica también hay que jamás perder de vista las infinitas intervenciones de USA.

No me parece buena idea que un presidente sea elegido indefinidamente, pero si la gente así lo decide, por mas que vos y yo pataleemos y encontremos un millón de razones para el desacuerdo o el descontento, la mayoría elige, y eso se respeta legitimado por el pueblo.

Lo más normal que suceda es que, frente a éste argumento aparezca alguno que diga "elecciones fraudulentas", entonces la discusión perdió el sentido, porque ésta persona sólo ampara su descontento en poner sospechas para deslegitimar aquello que lo enoja. Y es precisamente éso de lo que quiero prescindir. Espero que se haya entendido el punto que quise marcar.

Me encanta participar de debates, y veo que a vos también, y como bien decís "ése es nuestro mejor activo".
Espero haber aportado ;)


Ay, Joe... :*


Bienvenido Andrés a éstos pagos de lo incierto.
Me gusta que hayas disfrutado tu pasadita por el blog, y voy a visitar el tuyo con mucho gusto.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Sin duda, no te falta razón...Lo de que esté desfraudado por la actuación del presidente venezolano se puede deber a que "mal vivo" esa situación día a día, discúlpame por favor. Pero se te olvidó decir que también estoy afectado por las políticas expansionistas de nuestro vecino Uribe(por carambola del Imperio, ejemplo patente de la intervención que tu misma acabas de nombrar). Y lo peor es que ambos tienen una alta popularidad en cada uno de sus países...¿Algún día los pueblos aprenderá de sus errores?

Pero lo importante es lo que tú dices. Que en las discusiones no se recurra a sancadillas como "Eso fue fraude", "¡Qué vas a hablar tú, si sos un tarifado del gobierno!", "¿Y tú crees lo que dice ese periódico?", "¡De cuándo acá Fulanito tiene conciencia social!", "Todos los gobiernos han hecho eso", "¡Y cuándo ustedes eran oposición no avasallaban también", "No voy a discutir eso porque eso ya pasó","No me digas qué es pobreza pues tú nunca has vivido en una favela", "No insistas porque no me vas a convencer y punto" ...Y un largo etc. que tú has clasificado de una manera màs sistemàtica y que empobrecen cualquier discusión.

Por eso es que se agradece la existencia de blogs abiertos como este, de hecho, desde Francia te lo comentan.

LauraGalletita dijo...

Hey, Ali, no te disculpes! ;)
El tema de Uribe... ay, Uribe, Uribe... lacayo (chupamedias se le dice en Argentina a ese tipo de gente) del imperio si los hay! Lo suyo es impresentable, porque ni siquiera responde al bien nacional... pero bueh!, si la gente lo legitima mediante el voto no hay nada mas que hacer... sólo pensar que quizá en Colombia se crea (estén convencidos) que USA defiende los derechos de los colombianos.
Creo que los pueblos no van a aprender jamás de sus errores en tanto y en cuanto la educación no sea prioridad, no sólo en la agenda gobernante, sino en la de los ciudadanos también (recordá el post Para qué me sirve…?)

Abrazo!

Anónimo dijo...

si pepole, no dejemos de mirar para afuera, criticar paises del norte o aliados de los norteamericanos.
viva venezuela cuba iran rusia y por su puesto: ARGENTINA!!!
Julio.
Viva Menem Kirchner y Cavallo y mueran los putos caceroleros!

LauraGalletita dijo...

jp: no entendí... ¿que viva "mendez" y cavallo????? Acaso hubo alguno mas lacayo yankee que esos dos energúmenos apestosos? Te invito a ver este videíto que hice con tanto amor... evocando tantas veces a esas dos ratas.
Seas bienvenido.

Abrazo.