jueves, 21 de agosto de 2008

Cosas, cosas, cosas, cosas...

Gracias a Martín, que me pasó esta peli! Me deprimí pero la colgué porque vale la pena tener en cuenta siempre, que no son cosas raras ni que nos sorprendan mucho, pero nos tira de la oreja y nos refresca la memoria, o nos baja de un hondazo...
La historia de las cosas es el título...
El consumo... la causa?









Pd: Joe, auxiliooooooooooooooooooo!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

BUENISIMO, ASI NOMÁS1.
BUENISIMO!!

Joe dijo...

Esta bueno el video, muy bueno. Si bien hay connotaciones con las que no estoy de acuerdo, son todas cosas que deberiamos pensar.

Creo que se le da un sentido negativo al termino "consumo", y la verdad es que sin consumir nos morimos. El consumir alimentos, ropa, techo, medicina, etc, nos mantiene vivos, y tambien estan los consumos que aunque sin ser vitales aumentan nuestra calidad de vida, como las artes, entretenimientos, turismo, etc. Entonces el mensaje no debe ser “basta de consumir”, sino que debemos repensar toda la “maquinaria” y los elementos que mantienen ese consumo. Por un lado hay que repensar el tema de la sustentabiliad ecológica, que unos 100 años va a ser un problema muy grave para todos (no sólo para algunos como es hoy). Segundo, el tema de las sustancias que se utilizan para la elaboración de los productos. Y tercero, el tema de cómo el sistema incentiva a la obsolescencia. Creo que esto último tiene que ver con la desigualdad en la distribución del ingreso.

LauraGalletita dijo...

Es cierto lo que dice Ud. Joe. La connotación negativa del consumo es algo "políticamente correcto" aceptado y promovido por gente... como lo escuché decir a Dolina algo así como que para demostrar que uno es poeta o intelectual tiene que no saber manejar un celular o no hablar con máquinas jejeje (obviamente hacía una burla de este estereotipo). Hay que estar atento y no dejarse tentar por poner motes rápidamente.
Mas allá de este punto, lo que me atrajo del video es ver reflejado al frenetismo por estar a la "vanguardia" sin importar lo obsoleto de "la cosa" dentro de tres meses y lo dañino que pueda ser en el futuro... lo rápido que se esfuma el valor de los objetos, junto con nuestro interés por ellos... Es, cuanto menos, curioso.
E ésta nota se ve lo extraño, si se quiere, del asunto...

Como siempre, un placer ;)