jueves, 21 de agosto de 2008

Cosas, cosas, cosas, cosas...

Gracias a Martín, que me pasó esta peli! Me deprimí pero la colgué porque vale la pena tener en cuenta siempre, que no son cosas raras ni que nos sorprendan mucho, pero nos tira de la oreja y nos refresca la memoria, o nos baja de un hondazo...
La historia de las cosas es el título...
El consumo... la causa?









Pd: Joe, auxiliooooooooooooooooooo!

miércoles, 20 de agosto de 2008

Ay... las ideologías tienen esas cosas...

En algunos países la ultrederecha no se preocupa mucho por disimular lo que realmente piensa. Como es el caso en Bolivia, los que encabezan la oposición ultraderechista son personajes oscuros.
Después de ver a la Pando en televisión amenazando abiertamente, de ver la extraña tolerancia de la que gozan ciertos grupos, pienso: cuáles son los límites? qué tiene que pasar para que un neonazi tenga un parate? Como es posible que se le tolere?.
La democracia es un derecho, pero todo derecho conlleva obligaciones... Entonces?

lunes, 18 de agosto de 2008

Apreciando la música.

Ya que estamos empapados del romántico manto que nos ha dejado el post sobre nuestro San Martín; romántico en el más real sentido, impregnado de ideales de libertad, honor y patriotismo.

Continúo: ya que de un romántico veníamos hablando, voy a continuar con otro romántico, un poco más joven y con otra profesión, pero que dejaría en la música de occidente su huella marcada a fuego como el más virtuoso de la historia ejecutando su instrumento.

¿Su instrumento? El piano. Él tuvo la suerte de conocer al piano, casi tal cual lo conocemos hoy en día.

Se cuentan innumerables proezas musicales desde su infancia (costumbre que fascina a los historiadores: mostrar la precocidad del talento a edades extremadamente tempranas). Cabe aclarar que para un instrumento como el piano, ser habilidoso a edades en que la mano no tiene extensión suficiente para ejecutar notas, es cuanto menos, difícil de creer.

Pero no voy a seguir dilatando su presentación en sociedad. Estoy hablando del húngaro Franz Liszt.

La idea en este post es la de seguir con la propuesta de abrir un pequeño espacio de apreciación musical.

En ésta entrada la idea es comparar. “Las comparaciones son odiosas” se suele oír por ahí: y es cierto jejeje!
Para ello, ¿qué mejor que poder escuchar dos veces la misma obra pero con dos ejecutantes marcadamente diferentes?
¿La obra? Una belleza: La campanella
Los ejecutantes: el pianista ruso, nacionalizado en EEUU Vladimir Horowitz, y el chileno Claudio Arrau.
No va a ser difícil porque las diferencias son garrafales, y para ir cerrando, voy a transcribir algunos fragmentos del “Tratado de música y afines” de “El libro del fantasma” de Alejandro Dolina, que viene como anillo al dedo.

“(…)Capítulo CXVI: "Inexistencia del Melómano"
Casi todas las personas garantizan, al ser interrogadas, su gusto por la música. Resulta muy difí­cil, por no decir imposible, dar con alguien que aborrezca cualquier expresión musical. Sin embargo, me atrevo a asegurar al alumno que la humanidad miente. La música no le gusta a casi nadie. Lo que en verdad gusta es aquello de lo que suele venir acompañada, las atracciones anexas de las que se vale para cautivar a las muchedumbres.
Estamos hablando de las luces que iluminan a los cantantes, de los trajes que estos usan, de su apariencia seductora. Estamos hablando del efecto hipnótico de las canciones, de la doctrina que suele acompañar a los géneros, de su simbolismo político. Estamos hablando de las mujeres que es posible conocer en los conciertos, de la fama que consiguen los que cantan, de los escándalos que protagonizan, del deseo que surge de nosotros de irnos a la cama con una estrella. Pues bien, son estas cosas y no la música lo que la gente ama. Los maestros suelen enseñarnos a disfrutar de las grandes obras explicando el significado de ciertos efectos musicales. Esas notas graves en la mitad de La Polonesa son en verdad los soldados rusos. En la obertura 1812, algunos crí­ticos ven una parte de guerra de la batalla de Borodino. El tango El amanecer está lleno de violines que imitan a los pajaritos. Tengo malas noticias, la música no consiste en relatos ruidosos. La música no alude a nada. Puede existir aun sin el Universo, no necesita nombrarlo ni dibujarlo. Puede existir sin espacio (¿quién puede señalar el costado izquierdo de un vals?). En realidad solo necesita tiempo. Adivino que el alumno lector ya se habrá puesto a la defensiva y pretenderá ocupar un lugar entre los escasí­simos melómanos que existen. ¡No mienta, alumno! A usted tampoco le importa la música. Me imagino que el despecho habrá de despertar en el discí­pulo el deseo de acusar al autor de estas lí­neas de pertenecer él también a la oceánica legión de indiferentes. Pues es verdad, no me importa la música. Amo, eso sí­, el dulce llanto que me provoca. Los delicados razonamientos que me inspira. Amo la forma en rima con mi tristeza. Amo la hermandad de los acordes y el aparente litigio entre escalas simultáneas. Amo leer como cartas de amigos muertos las antiguas partituras. Estas cosas, claro, no son música.

Capítulo XXX: "De la velocidad"
Las personas poco avisadas dan en creer que los mejores músicos son también los más veloces. Esta misma idea es mantenida por algunos músicos, quienes pasan la vida adiestrándose para tocar ligerito. Personalmente detesto la acrobacia musical. Sin embargo, el alumno deberá someterse a los más arduos rigores durante su aprendizaje. Y así ensayará complicadísimas escalas y arpegios, que después no tocará nunca. (…)”



Boomp3.com

Boomp3.com


Pd: las críticas y apreciaciones las dejo para los comentarios. Pregunten, expresen lo que les ha parecido, y dejen su propia valoración.

domingo, 17 de agosto de 2008

El General en sus botas


¿Cuál es el sentido de las conmemoraciones patrias y de sus consecuentes feriados? A muchos nos resulta complaciente tomarlos como excusa para poder tener un día más de ocio en el año, y también ayudan a los que viven del turismo, claro. Pero hay un fin más trascendental que estos terrenales (y válidos) propósito. Puesto en palabras del extraordinario líder que hoy homenajeamos:

“Las instituciones de los pueblos no son sino la expresión de sus ideas sobre el bien común, y los signos exteriores que se adoptan por los gobiernos son el único lenguaje propio para explicar a la multitud los principios que los animan”.

Esto es, mediante nuestros “signos exteriores” (monumentos, nombres de calles y avenidas, festividades patrias, feriados…) se pretende transmitir a “la multitud”, a nosotros el Pueblo, cuales son los principios que animan nuestras instituciones y nuestros idearios de lo que es el bien común.

Por lo tanto, mientras disfrutamos del fin de semana largo, reflexionemos. Reflexionemos un poco quien fue Don José de San Martín, y por qué hoy es “su” feriado. Ya que estamos viviendo este “signo exterior”, pensemos cuáles son los principios que nos quiere reflejar. Y propongo que lo hagamos, siempre que nos sea posible, con todos los feriados, y calles, y monumentos…

Este post, y tal vez otros por venir, pretenden ser una pequeña ayuda para esa necesaria reflexión y para alentar a que no nos quedemos sólo con las “versiones Billiken” que lamentablemente nos enseñan en el primario y secundario, y así podamos distinguir a aquellos que realmente se merecen nuestros homenajes y feriados.

El General de medio continente

Próceres tenemos unos cuantos, pero si uno analiza vida, obra y pensamiento de San Martín va a notar que lo suyo es fuera de serie (quizá sólo comparable con Belgrano). Este sí que fue un PROCER con todas las letras. Durante su juventud en Europa los ideales de igualdad y libertad le cavaron bien hondo, ya que además de haber sido uno de los militares más extraordinarios de la historia, era una persona con un altísimo nivel cultural. Desde entonces se puso a disposición para lograr y después resguardar la libertad de su país.

A continuación algunos retazos de su historia que considero que deberíamos tener prensente:

- Código de Honor del Ejército de los Andes:

“La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que comenta la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyo sacrificio se sostiene. (…) Las penas aquí establecidas y las que se dictasen según la ley serán aplicadas irremisiblemente: sea honrado quien no quiera sufrirlas: la Patria no es abrigadora de crímenes.”

Que decir de los nefastos militares del s. XX que invocaban el “espíritu Sanmartiniano”, o directamente se creían San Martín mismo, pero violaban y asesinaban civiles…

- Mientras los generales genocidas de la última dictadura quemaban libros, San Martín fundó bibliotecas prácticamente en cada ciudad que libertaba, donando sueldos y premios para tal fin.

- En reiteradas ocasiones las autoridades de Buenos Aires le ordenaron abandonar la campaña libertadora y regresar al país para engrosar al ejército porteño en su guerra civil contra las provincias del Litoral y Artigas. El General por supuesto se mantuvo fiel a su causa de libertar a su querida América, además de negarse durante toda su vida a “derramar sangre de hermanos”. Léanlo Uds. de sus palabras:

“Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al corazón. (…) No tengo más pretensiones que la felicidad de la Patria. Mi sable jamás se sacará de la vaina por opiniones políticas, como éstas no sean a favor de los españoles y de su dependencia”.

Y esto que dijo le cumplió hasta el final de sus días. ¡Qué grandeza!

Por supuesto, los energúmenos que le dieron semejante orden jamás le perdonaron su desobediencia, a punto tal que no le permitieron ir a Buenos Aires en 1823 cuando su esposa estaba muriendo, además de difamarlo ingratamente.

- Recuerdo cuando teníamos que dar las “lecciones” sobre San Martín en la escuela, y simplemente decíamos que con su ejército “cruzó los Andes”. Para los que tuvimos la suerte de poder conocer la bellísima Mendoza y luego cruzar hasta Chile por tierra (en auto, claro) es realmente conmovedor pensar en aquel ejército mal vestido, mal alimentado, con su líder enfermo, pero con todo lo demás de sobra como para realizar semejante hazaña, todo para la causa de la libertad de los prójimos americanos. El mismo San Martín no le temía tanto al enemigo como a aquellos “enormes montes”. Una epopeya militar realmente, que fue rotundamente exitosa gracias a esa pasión por la libertad de los prójimos. Qué más decir sino expresar mis más profundas gratitudes para aquellos verdaderos héroes.

- De lo que el General no pudo liberarnos es de la oligarquía que quedó enquistada luego de más de 3 siglos de colonialismo español. Los ideales de libertad e igualdad no eran concordantes con sus privilegios, por lo que San Martín fue blanco de constantes conspiraciones y difamaciones, como por ejemplo queda en evidencia en esta carta de un miembro de la alta sociedad porteña de esos tiempos:

“Todos abominan de San Martín y no ven en él más que a un enemigo de la sociedad desde que se ha resistido a tomar parte de las guerras civiles y ha impedido el avance de sus tropas. A él le atribuyen la sublevación de los pueblos, y si se aumentan las desgracias de este país creo que lo quemarán en estatua (…)”

Es por esto que, ya cansado, decidió retirarse de la vida política. Así lo anunciaba a un amigo en una carta:

“Ud me reconvendrá por no concluir la obra empezada. Usted tiene razón, pero más tengo yo. Créame amigo, ya estoy cansado de que me llamen tirano, que en todas partes quiero ser rey, emperador y hasta demonio. Por otra parte, mi salud está muy deteriorada; el temperamento de este país me lleva a la tumba; en fin, mi juventud fue sacrificada al servicio de los españoles y mi edad media al de mi patria, creo que tengo el derecho de disponer de mi vejez.”

- Luego de retirarse a Europa en 1823, hubo una vez más en donde casi vuelve. El siempre decía estar dispuesto a regresar sólo si la soberanía de la Patria estaba en peligro, pero nunca a participar de guerras civiles. Cuando el país entró en guerra con Brasil, decidió tomar parte. Pero tuvo que esperar hasta que Rivadavia (quién odiaba entrañablemente a San Martín) dejase el poder, y cuando Manuel Dorrego (un ex subalterno suyo) tomó la gobernación decidió embarcarse. Lamentablemente cuando llegó, en febrero de 1829, ya Dorrego había sido salvajemente fusilado por otro subalterno suyo (Lavalle). Profundamente desilusionado, se negó a desembarcar y tomar partido por nadie. Él lo expresaba de esta manera:

“(…) Suponiendo que la suerte de las armas me fuese favorable en la guerra civil, yo habría tenido que llorar la victoria con los mismos vencidos (…)”

Así como se vino, se volvió y nunca más regresó… Otro gesto de grandeza como lo tienen pocos héroes, cumpliendo con su palabra de jamás derramar sangre de hermanos.

Espero les haya gustado este sencillo homenaje a este verdadero PROCER. Desde nuestro lugar y como podamos, sepamos con nuestros actos cotidianos rendirle homenaje, para lograr la Patria justa e igualitaria que él soñó y por la que dejó literalmente TODO. Lamentablemente aún hoy, 158 años después de su muerte, esa Patria todavía está por lograrse.