miércoles, 21 de agosto de 2013

UNIDOS?...QUIÉNES?...CUÁNDO?...DÓNDE?

Hola fanáticos del arte y también de la brujería.
Ante todo quiero expresar que tengo en mis manos mi Ley de Ganancias ( 20628) nuevita versión 2013 y...oh!...figura la República de Seychelles como país de baja o nula tributación. 
Pero Lanata no dijo que la habían sacado?
Yo que sé.
Cosa e mandinga. Parece que el gran periodista argentino se olvidó de chequear otra vez, puesto que en efecto nadie ha borrado de la lista de "paraísos fiscales" a los buenos y simpáticos  Seychellinos.
A menos que justito mi ley me la haya vendido un fanático K, que  haya agregado a mano "Seychelles" a último momento, con marcador. 
La compré allá por Marzo.  No sé.  No parece.

Disculpen por la catarsis...es que me hace tan bien!!...ahora si les mando mi viaje del día de hoy.

Primero un cachito cortito de historia casera. No se duerman tan pronto. Juro que es breve.

La historia argentina parece ser, mirada así rápidamente, la historia de profundas confrontaciones internas.
Generalmente las mismas se han materializado en dos corrientes en apariencia antágonicas, enfrentadas, irreconciliables. Las versiones de dichas antinomias han adquirido diversas nominaciones a lo largo de dos siglos y monedas; Morenistas y antiMorenistas, Unitarios y Federales, crudos y cocidos, Cívicos y Radicales.
Más acá en el tiempo, más conocidas y familiares acaso sus nomenclaturas, se puede encuadrar  a los radicales Yrigoyenistas de los antiYrigoyenistas ( los radicales de Alvear si se quiere) y desde ya la super famosa tensión Peronismo – AntiPeronismo.
Dicho esquema de pensamiento nacional figura ya bien detallado y en magnífica prosa en esa títanica obra de Sarmiento, el célebre “Facundo”, allá a mediados del siglo XIX. Pocos pensadores, acaso ninguno, logran expresar con mejor pluma y precisa rigurosidad la “tensión binaria” Argentina.  Todo lo que define a uno y otro campo está impecablemente mostrado en el “Facundo”; civilización o barbarie, frac o chiripá, ciudad o rural, artillería o caballería. Los primeros claro, símbolos de la cultura metropolitana, algo Sibarita, impregnada de “lo Europeo”. Lo segundos ni hablar, estereotipos del atraso, lo salvaje, lo bárbaro, lo “gaucho”, lo nativo, lo indígena, lo incivilizado. Aquello de lo cual “no había que ahorrar sangre” según palabras de Domingo Faustino.
No deja de reconocer el Sanjuanino, no obstante, que ambos extremos se atraen en algún punto. Como si la barbarie de uno fuera, bien que no, la barbarie del otro aunque encubierta con maneras más instruidas, menos rústicas.

Bien. Hasta acá la aburrida aunque nunca más necesaria revisión histórica. Gracias por no dormirse y perdón por lo resumido.
Ahora, decíamos,  a qué vamos con esto.

Vamos a que, por estos días circula como moneda de cuenta a prueba de perejiles de todo pelaje, la chirle y baratoide versión de que “la Argentina está dividida”. Falta agregar los tonos más enconados; “dividida por culpa de la Yegua y del tuerto, de los K que dividieron”.
Es entonces cuando, los que aún no estamos cegados por un odio irreflexivo que nos impida pensar y aún repetir como máquinas los slogans del sentido común, nos preguntamos; ¿y cuando es que no estuvimos divididos?

Para estas personas devotas de las ondas de amor y paz del (se acuerdan?) Pastor Gimenez resulta ser que vivíamos en un paraíso terrenal, una isla de blancas playas y azules aguas, donde reinaba la más pura felicidad, calma y concordia nacional, fruto de la más justa y equitativa distribución de la riqueza y de la participación de la población en el Producto Bruto Interno, una tierra de amor y prosperidad.

Hasta que un mal día llegaron la Yegua y el tuerto y chau...el país se dividió!!...oohhhh.

Qué bien. Un pañuelo por favor. Estoy conmovido. 
Cómo extrañan al “granero del mundo” esos defensores de la bobería.Y que gran destreza portan,además,  para ignorar de un saque y sin anestesia, más de 200 años de historia, pasando por alto entre otras pocas cosas, las guerras punitivas de Bartolomé Mitre, la masacre de Roca con los pueblos originarios en nombre del progreso, la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde, los arteros bombardeos de la gorilada más recalcitrante a la Plaza de Mayo en 1955 repleta de civiles, la persecución, la proscripción, la tortura a  militantes o simpatizantes Peronistas en la época de la resistencia, el infausto decreto ley 4161 ( prohibición a todo símbolo Peronista) producto del odio de clase más profundo, los fusilamientos sin juicio, sin pruebas y sin moral de civiles en 1956 por ser supuestos conspiradores de una rebelión Peronista que jamás llegó ni a comenzar.
Ni hace falta mencionar,me supongo,  la dictadura genocida de 1976.

Es cuanto menos extraño, raro. Que aquellos que se montan sobre el facilongo discursito del “diálogo”, la “tolerancia” y la “unión” no reparen en que en nuestra historia casi nada se hizo con dichos atributos, muy por el contrario.
Muchos de ellos, sin ir más lejos, concurren a masivas protestas sociales donde piden paz y unión nacional, y al mismo tiempo exigen la muerte inmediata de la Yegua (aunque no lo digan expresamente para no quedar mal) y que, de paso, rueden varias cabezas Kirchneristas para mitigar un poco la sed de sangre disfrazada de valores “republicanos”.
Digamos que paz, unión, amor, República, armonía, concordia y zaraza va a haber, siempre y cuando no se joda con algunos sectores cuyos privilegios son y se sienten más viejos que el país mismo, y por ende consideran intocables.

Se aman, se besan…se unen si, claro.  Pero se unen (UNEN...jaja)  con todo aquello que no los joda ni un poquito así.

Con aquello que les jode en algo son intransigentes y no le reconocen entidad ninguna. Pasa a ser algo ajeno al “ser nacional”. Lo fue el Radicalismo hasta que pudieron cooptarlo. Lo fue el Peronismo, por supuesto, hasta que también pudieron cooptarlo.

Lo es hoy o lo fue en algún momento el Kirchnerismo?  No lo sé.  Tanto no me pidan. 

Lo que si sé es que lo odian.  El odio profundo al Kirchnerismo viene de los estratos sociales superiores. En las capas medias e incluso las más populares no se llega a odiarlo. Odiarlo con odio de clase, digo.  
Si más bien se observa un vaivén que puede oscilar entre la aprobación, la desaprobación, la indiferencia o la bronca o la decepción, o en algunos casos el fanatismo casi de culto, o más bien las diferentes pasiones favorables o desfavorables que despierta la figura de Cristina ( o la Yegua, como gusten).

Pero el odio de clase viene desde más arriba. Y cala muy hondo, mal que pese, en estratos de clase media hiper permeables a copiar mecánicamente los valores de las clases o grupos dominantes, cuando no a adquirirlos naturalmente desde la cuna, casi por ósmosis, sin un mínimo de cuestionamiento.

Hace tiempo ya que uno de los ideólogos más consecuentes del Peronismo antiKirchnerista, el turco Jorge Asís, describió al Kirchnerismo como una “patología” del Peronismo. 
Nótese la fuerza del término. Para Asís, el Kirchnerismo es una “patología". Algo raro, una enfermedad, algo ajeno al  Peronismo ( al ser nacional?)
En fin, de eso se trata. Cuando algo jode ( poco,  mucho o algo), los poderes ancestrales de la patria o sus personeros intelectuales, le quitan entidad, le quitan humanidad. 
No es algo humano, es una cosa, un virus, una enfermedad, una patología a la que hay que combatir.  
Les suena?

Según mi parecer, no existe política posible sin conflicto de clase, sin alteración de intereses, sin disputa de poder, sin enfrentamiento, más temprano que tarde, con clases o sectores antagónicos.
No significa esto ir a la guerra ni a la violencia, para nada, pero si saber que existe un ( o unos) adversario/s político/s y que una praxis más o menos transformadora ( no digo ya revolucionaria) tiene que implicar la afectación de intereses si o si. Y sobre todo tener la ética y la valentía de reconocerlo, y no esconderse bajo el falsete berreta de la Patria y la República unida.

Esto último es cháchara. Es nadismo puro. Es politiquería para las señoras crispadas. Es cotillón para los almuerzos ( ustedes ya saben cuales).
Unidos dicen los crispados anti k y yo les retruco: unidos quiénes…cuándo….dónde…en qué país?...en el país de “Nomeacuerdo” será?

Sólo eso por hoy. El próximo escrito será más crítico a los K, lo prometo.

Por ahora estas descargas me hacen bien antes de ir a dormir. 
Además che, ahora que son (somos?) minoría, bien cabe salir a defender a la Yegua ( o a Cristina como gusten) de la misoginia de "clarines" varios.

Me voy a dormir, decía,  con mi ley de ganancias bajo la almohada.
Y figura Seychelles, que quede bien clarito. 
Para vos gordo bolú...


Venderemos…( ups, digo venceremos)

La Cruz del Sur.

domingo, 18 de agosto de 2013

Aquí no PASO nada...o aquí PASÓ de todo?

Hola amigos.

A los que no me conocen, buenas tardes.
Soy un nuevo escriba de este sitio, al cual fui amablemente invitado por sus fundadores, que ya tienen la (des) dicha de conocerme.
Nada, simplemente a modo de presentación y/o de prueba, unas líneas, para ir probando el funcionamiento del blog, para ver si entendí correctamente todos los pasos ( y las PASO?)...que la tecnología me presenta.
Parece que voy bien.
Ya habrá más. Deberé escribir por las noches cuando mis ocupaciones domésticas, laborales y paternales me lo permitan.
Los pasos para escribir en el blog, les decía, parezco haberlos sorteado con éxito.
Lo que definitivamente no logré sortear con éxito fueron las PASO del Domingo último, las cuales dejaron huérfanos y sin rumbo a muchos pensadores de izquierda y/o similares que hoy no sabemos bien ya para donde correr en medio de esta feroz interna Peronista en gestación.
Parecemos un tango, vamos de aquí para allá con los "petates"...llorando la ingratitud de "ella" que nos dejó.
Aclaro, "ella" no es "ella"...sino parezco De Narvaez.
Eso no.
Bueno amigos, no los voy a aburrir de entrada. Ya habrá mucho más. Debe haber mucho más, si es que no queremos naufragar irremediablemente en un lanchón rumbo al Tigre, saboreando massitas.

Por ahora es todo. Nos veremos. Lo prometo.

Venderemos ( ups...quise decir venceremos)

La Cruz del Sur.