He escuchado críticas absurdas por el apoyo que los presidentes sudamericanos manifiestan a Evo; pero ningunas de ésas críticas tan fuertes y tremendas como las que le propinan a Hugo Chávez. Acusaciones de las peores que se puedan hacer a un jefe de estado. Tanto y tan fuertes que se diluye el punto del conflicto: el intento de golpe que la derecha está intentando consolidar en Bolivia (como para empezar, claro) y quiénes están detrás.
FUERZA, EVO!