miércoles, 6 de julio de 2011

Dinero, campañas, candidatos. Reflexión amarga.

¿Cómo se llevan adelante las campañas? Con dinero. Ése dinero se transforma en publicidad: gráfica, radial, televisiva.

Entonces los partidos con mayor cantidad de dinero, más campaña pueden hacer. Así se consigue que de todos los candidatos sólo algunos puedan llegar a los medios, y aún en menor cantidad, logran acaparar la atención de los votantes.

Me surge una pregunta: ¿Elegimos lo que realmente nos representa, o elegimos lo que hay?
Bueno, un poco de las dos.

Se me ocurre una analogía que suelo usar con mis alumnos de música para cambiar un poco el tinte: Imaginemos un círculo, una torta, uno de esos gráficos que se usan para calcular porcentajes. Ahora imaginemos que ese gráfico representa al mundo entero, y aparecen algunas divisiones que representan a los países. Pintemos el sector de los países que mas o menos conocemos. Ahora, sólo marquemos aquéllos de los que conocemos su música, o algo de su música. Ok, bueno, de lo que queda, separemos lo que NO escuchamos habitualmente en la radio, sea porque no se pasa, o porque se pase poco. Eso queda fuera. Pregunta: cuán grande es la porción que me quedó? 

Antes de esta imagen mis alumnos suelen afirmar, con pasión, completamente convencidos, de que escuchan lo que quieren, y lo que les gusta. Después del grafiquito ya no están tan seguros… sin haber hablado de la “intervención” de las discográficas en lo que se programa en las radios. “¿Cada canción es una publicidad, entonces, profe? ¿Ud dice eso?”

Volviendo al tema de la política, es evidente que hay un aparato (bueno o malo) que sostiene a los candidatos en los medios, los hace casi cotidianos en nuestras vidas, como si los conociéramos, y eso aumenta cuando el caudal de dinero es mayor.

Ya sé, no estoy descubriendo la pólvora, simplemente analizo y me pregunto, con amargura: por qué compramos cada buzón que se nos vende? Porque a casi nadie le interesa pensar demasiado, y comprar la idea de que “y… éste tiene más posibilidades que aquél” es de racionalidad especuladora que apaga las ideologías, o las hipnotiza, porque uno se las cree.

Hoy leí esta nota, en la que habla de cómo se bancan los partidos chicos. Si tuviera a mi alcance (y no quiero buscarlo porque ya me da náuseas de sólo pensarlo) podríamos comprobar que la diferencia en dinero es obscena.

Me gustaría que la cantidad de dinero entre cada candidato sea regulada, podría ser por una “corte suprema” o algún ente neutral, que divida en partes IGUALES para cada campaña. Así uno no se quedaría con el sabor amargo en la boca… digo… se me ocurre.

lunes, 4 de julio de 2011

Debate o no debate? BullShit

El debate y la histeriquedada detrás del asunto parecieran ser el contenido principal de los medios respecto de las próximas elecciones de jefe de gobierno porteño.

Es triste ver que se habla hasta el cansancio de los “acá si-allá no” de Macri y filmus como si se tratara de los únicos candidatos posibles. Claro está que lograron que así sea, tanto el aparato tn, como el kirchnerista. Antes había algún que otro candidato, pero con la novelita no sólo se evita hablar de política, de ideología, sino que se alimentó sólo a estos dos, y lo demás, parece invisible.

Ciertamente algunos se invisibilizaron solitos, como Pino, que pareciera haberse enajenado. Pero con esta ayudita de los medios, militantes o no, se logró dividir prácticamente en sólo dos partes esta elección. Si uno quiere otra cosa va a tener que arreglárselas investigando de dónde vienen y qué proponen otros candidatos… más allá de lo inútil que sea, pues, según los encuestadores ya la primer elección parece un ballotage.

Volviendo al tema del debate: Haber centrado la pelea en ese punto me parece una idiotez de primera línea. Sabemos todos de dónde viene Macri (derecha neoliberal para los despistados), y a dónde apunta (desregulación, libremercado, vaciamiento del estado… o sea: Neoliberalismo, o me*emismo, si aún siguen en el limbo lease el post anterior a este). Digo: qué esperaban ver en un debate? Que el tipo no sabe responder preguntas? ¿Alguno, y póngase la mano en el corazón, piensa que quienes lo van a votar no saben qué tipo de carroña es? Vaaaamos! Me recuerdan a los giles que decían que Cristina quizá podría ser diferente de Néstor. ¿Alguno cree que puede avivar giles escuchar un debate?

Dolina suele hablar de la diferencia existente entre el que es hábil respondiendo zancadillas, y el que es realmente inteligente, y me parece de lo más acertado. El hábil está entrenado, es locuaz, gracioso, oportuno y sobre todo: rápido. El inteligente se detiene y piensa, porque se expone a la falsación, razona diferentes posibilidades y luego, recién, responde, si es que fuere necesario. Y eso en un debate NO PASA. En los debates la intención es dejar al otro “de a pie”, y no rebalsarlo de argumentos. ¿A quién, que espere un debate televisivo (se presupone una “aideología” y una necesidad burguesa de elegir por alguno), se supone que va a interesarle que lo hagan pensar un cacho? No señor! La idea es precisamente esa: que piensen por mi! El que elige a partir de un debate está eligiendo un producto de supermercado. Y uno ya viene decidido de casa, caramba!

Mientras sigamos alimentando la imbecilidad de no pensar, sólo porque el tiempo apremia, y las elecciones se ganan con votos (seamos sinceros, esta necesidad aparece cuando las elecciones se aproximan, después pueden seguir siendo estúpidos, muchachos!) , esto va a seguir así, igualito, como está.

Deseo que no gane Macri y conformarme con eso apesta, gracias muchachos por lograr que sólo los imbéciles puedan postularse!
Saludos.