viernes, 8 de enero de 2010

Tema: Redrado

A quienes no están en tema, les recomiendo leer este excelente post de Larry en los Chiflados, que explica lo acontecido en forma de obra de acto de una pieza de teatro.

Aquí mis reflexiones sobre el asunto de moda en Argentina por estos instantes.

1) El gobierno instrumenta una medida económica, que consiste en tomar una parte de las reservas internacionales del Banco Central (BC), conducido por Redrado. El fin que posiblemente se le dará a esos recursos es el del pago de parte de la deuda externa argentina. Ese fin es un tema debatible en sí mismo, que tiene aspectos positivos y otros criticables, pero no lo vamos a discutir aquí.
2) Martín Redrado, presidente del BC no está de acuerdo en que se instrumente la medida descripta en 1). Su situación es similar a la de un ministro que recibe la orden del Presidente (o sea del Poder Ejecutivo), impartida a través de una ley, pero no está de acuerdo con ella, y no la quiere llevar adelante. Generalmente en esos casos es el ministro debe renunciar, porque a él no lo votó el pueblo, y en cambio al Presidente sí, y por eso es la figura de máxima autoridad.
3) Sin embargo, hay un diferencia entra la situación de un ministro cualquiera y el presidente del Banco Central, porque la ley Argentina tal cual está ahora dice que éste último es “independiente” del Poder Ejecutivo, esto es, el Presidente no puede removerlo tan fácilmente, sino que primero debe esperar una opinión del Congreso.
4) Esta reglamentación tal cual está viene de los dorados años 90, cuando predominaba la visión neoliberal del Consenso de Washington, que consideraba a la “independencia” del presidente del BC un tema fundamental. También se consideraba fundamental que el objetivo principal del BC sea el de “mantener baja la inflación”, a cualquier costo (o sea que si para mantener baja la inflación se tiene que morir de hambre la mitad del pueblo, pues así será).
5) ¿Y por qué se quería tanto esta “independencia” del titular del BC? No vamos a discutir este punto. Sólo diremos brevemente que según la visión neoliberal, esa “independencia” garantiza que se cumpla “el” gran objetivo del BC (o sea, mantener baja la inflación cueste lo que cueste).
6) Ahora bien, si uno no está de acuerdo con una norma, está muy bien que proteste y haga todo lo posible por cambiarla. Pero es FUNDAMENTAL seguir el precepto básico de cumplir las normas sin importar si uno está de acuerdo o no, siempre que no implique dañar o perjudicar a otro. Pero mientras no se cambia, se cumple, hasta que se cambie.
7) Martín Redrado no está de acuerdo con la medida tomada en 1). Pero aquí no valen las impresiones personales, sino que Redrado debe explicar cuanto antes por qué la medida de 1) va en contra del objetivo del BC descripto en 4). Cuanto antes, así justifica su oposición y deja en claro que no se trata de un capricho o de simple “mala leche”, procurando nada más que poner palos en la rueda.
8) Sin embargo, Redrado no sólo no salió a explicar de manera técnica su posición como debería haber hecho un “fiel defensor de la transparencia y las instituciones”, sino que personalmente CANCELÓ una reunión del directorio del BC en donde hubiera estado obligado a dar esa explicación. Duro golpe para Redrado. Es un hipócrita si dice que él “no hace política” ni pretende poner palos en la rueda.
9) Pero este gobierno no se queda atrás, eh. Ya lo hemos visto en otras ocasiones, porque en vez de seguir las normas a pesar del desacuerdo, como explicamos en 7), ignoró el reglamento descripto en 3), y no esperó a la opinión del Congreso para remover a Redrado mediante un decreto presidencial. Duro golpe para el gobierno.
10) Otro duro golpe para el gobierno. Este tipo de desacuerdos se resuelven con el DIÀLOGO. Pero es un gobierno muy prepotente, y genera resistencias. La prepotencia genera más prepotencia, pero en contra. Es un gobierno siembra-vientos que está cosechando una nueva tormenta. Todo porque no sabe dialogar, y confronta constantemente. Y así perdemos todos.
11) ¡La mayoría de la oposición tampoco se queda atrás! Tenemos a Macri por ejemplo, que se opone ferozmente a que se usen reservas del BC para pagar deuda externa. Pero curiosamente, muchos de sus funcionarios han sido firmes adherentes a las políticas del Consenso de Washington de los 90, y han literalmente regalado a precio vil las reservas del BC para pagar deuda externa por un monto mucho mayor al discutido actualmente. O sea que los suyo es pura hipocresía ideológica. No se opone a la medida descripta en 1) por convicción ideológica, sino solamente para poner palos en la rueda.

En definitiva, lo que debió haber sido un debate, fuerte e intenso, pero civilizado, se ha desvirtuado en un verdadero mamarracho en donde NADIE se salva de ser declarado culpable. Que prepoteo, autismo e incumplimiento de normas por aquí, que desplante y denuncia judicial por acá, que “mala leche” y oportunismo más allá… Todos contribuyen al caos. Una muestra más de nuestra inmadurez institucional, en donde ni la Presidenta es capaz de cumplir con las leyes de manera correcta. Con este ejemplo, ¿se les puede pedir al resto de los ciudadanos comunes que sean respetuosos de las leyes y las normas?