"Libertad, es una palabra que el sueño humano alimenta. Que no hay nadie que la explique, y nadie que no la entienda." dice finalizando este minidocumental. Ácido, ágil, corto y al pié. Dice lo que tiene que decir, de un modo pocas veces visto (al menos por mi)
Suelo enojarme mucho cada vez que se habla de la "igualdad de oportunidades" que tanto pavonean los neoliberales. Como muestra esta nota, en la que la lectura subyacente es "ven? esta chica es pobre, pero no es chorra (ladrona). Por lo tanto el villero lo es porque quiere, porque hasta el más pobre tiene igualdad de oportunidad". Lectura repugnante e injusta si las hay.
Pero no retomo el blog para hablar sobre esa nota. Mi vuelta tiene que ver con este documental que me mostró mi amiga Inés, que me dejó picando como con pimienta, y me gustaría, que ya que pasaste por acá, dejes tu impresión después de verlo.
Se llama "La isla de las flores", de Jorge Furtado, año 1989.
Abrazo.
7 comentarios:
Hola Laura...Traté de ver el video completo pero es como un juego en donde se habla de todo lo que va apareciendo...Es que tengo poco tiempo´y estoy en un cibecafé (en otras palabras, cada minuto es dinero y el dinero es un invento de....etc etc)
Jajaja!
Tratá de verlo, de verdad, no te lo pierdas ;)
¡Hola Laura!
De nuevo estoy de vuelta, como dijo un poeta de mi tierra, al que preso metieron (pobre) por matar en un arrebato a quien le robó su amor. Vaya romántica injusticia.
He leído tus dos últimos posts, siempre un placer. Te debo (y pagaré: de eso se trata todo) mirar el documental y decirte qué me parece.
Entretanto, y fuera de contexto, comento tu post anterior, que me encantó. Y claro, es una forma de decir. Estuvo muy bien de tu parte intercalar esos comments de los blogs "fachos". Hay algo ahí, un fenómeno interesante, que personalmente veo alimentado por una actitud cómoda.
Yo creo que, efectivamente, la derecha habla más fuerte que los sectores progresistas -otro lugar común que sabrás disculpar. Y que al hablar más fuerte, tienen más tendencia a instalar frases que terminan por ser verdades de fe. Me explico:
Antes de ayer tuve una linda charla con mi hija de 12 años. Hablamos de juicio crítico, de cómo escuchar, de la necesidad de "discutir hacia adentro", de no creer en verdades de fe. Esto surgió porque la niña hace un tiempo ya se ha dado cuenta de que la fe no es lo suyo, de que le resulta imposible creer en Dios, pero que sin embargo tiene una densa espiritualidad. Me preguntaba ella si esto es contradictorio, y derivamos hacia la discusión interior.
La frasesita que elegí para ejemplificar fue una que estoy seguro que escuchará por siempre: "En este país, nadie quiere trabajar". Le señalaba yo entonces la mesa donde estábamos sentados, la barra del bar, el chico que nos servía con amabilidad, la chica que preparaba el licuado, el hecho de que estaba degustando un lemon pie que alguien había preparado, lo limpio que estaba el bar, lo bien que estaban colocados los cuadros, y el talento y dedicación de quien los había pintado, lo bonito que caían las cortinas, lo bien que lucía el ficus junto a nosotros, la chica que estaba atendiendo a una señora en una tienda allí enfrente, donde alguien había arreglado una vidriera. Y la desafié a que me dijera dónde NO veía trabajo. Qué cosa de todo, absolutamente todo lo que nos rodeaba, qué cosa no implicaba directa y taxativamente, trabajo. Qué nos había hecho llegar allí, qué nos había permitido pagar los dos licuados y qué cosa había permitido que un puñado de frutillas llegaran a nuestro vaso, que no fuera trabajo. Qué otra cosa que no fuera trabajo nos rodeaba día a día, a cada momentito.
Es forzoso entonces pasar a la conclusión de que la pereza es estrictamente marginal en sentido estadístico (debí decir. Camila es mi hija y medio me entiende). Es un lujo, la pereza, que pocos pueden darse. La delincuencia es marginal en ese mismo sentido, y sin embargo ahí está la frasesita: "Nadie quiere laburar".
Mi niña me regaló una de esas miradas que me suele regalar, y algo habrá procesado allá en su mente que me resulta misteriosa desde la primera vez que la tuve en brazos. Cambiamos de tema: el violín se le hace complicado y más fascinante cuanto más se complica.
La llevé a su casa y me dio un besote. "La pasé relindo, Papi", me dijo.
Y me hizo enormemente feliz.
Hola Laura. Ahora es que acabo de terminar de ver el video...cinco munutos para recoger los desperdicios que no están dispuestos a darle a los cerdos...!¡
Haló...Haló...¿Nadie por allá?
Gracias Ali y Adolf0 por siempre acordarse de este ricón ;)
Qué hermoso momento con tu hija compartiste aquí! Me emocionó mucho!
Hermoso ejemplo y que lindo ver la claridad de lso ojitos de los hijos... ellos ven con mucha sabiduría a veces.
Un abrazo enorme!
Gracias Laura Galletinha por compartir siempre cosas interesantes, casualmente estoy leyendo un libro que se titula "el miedo a la libertad" de Erich Fromm, lo tengo apenas empezado pero trata sobre... digamos una pregunta ¿desea el hombre verdaderamente ser libre? ... eeee y nada, eso, muy lindo el docu "isla de las flores", saludos, viva el amor. !
Publicar un comentario